La zona de Ciudad Jardín en la que se enclava la parcela no tiene una imagen suficientemente definida y consolidada. La ondulada topografía y la presencia de los restos del olivar sobre el que se produce el asentamiento son los elementos más definidores del paisaje. Los viales no tienen una sección construida formalmente que permita imponer un determinado aspecto. En general las casas vecinas son de tamaño mediano e incluso grande para este tipo de urbanizaciones, que adoptan las dos plantas en gran mayoría de casos y con terminaciones altas.
El extenso programa a desarrollar en una edificación de una sola planta como solicitaba la propiedad da como resultado una casa longitudinal en la que parece adecuado buscar un acceso a su interior en su zona media; aunque se aleje de la fachada. Su edificación en una sola altura, entre casas de dos, presenta una subsidiaridad objetual de la edificación respecto de las vecinas, que es necesario reordenar. Se proyecta una casa lineal que se abre fundamentalmente sobre sus linderos mayores. Una edificación de doble crujía en la que la orientada al norte se procura dejar vacía de los contenidos principales y más vivideros de la Casa, para lo que se aloja en la misma el acceso, garaje, cuarto de baño general, muro de la chimenea y cocina.
Aunque la Casa, abierta al sol, se dispone con los espacios a los linderos laterales, no se olvida la relación significativa con la calle o el jardín del fondo. Hacia la calle avanza una pérgola que recoge el pedestal sobre el que se levanta la Casa resolviendo el desnivel del terreno y el jardín del fondo se cobija con una disposición circular muy abierta de grandes acacias