MANUEL TRILLO DE LEYVA

1969

Edificio de Oficinas Sevilla-1

Avenida Ramón y Cajal, Sevilla.

Manuel Trillo de Leyva
Luis F. Gómez-Estern Sánchez
Fernando Villanueva Sandino

1969

Edificio de Oficinas Sevilla-1

Avenida Ramón y Cajal, Sevilla.
Manuel Trillo de Leyva
Luis F. Gómez-Estern Sánchez
Fernando Villanueva Sandino

Edificio de oficinas Sevilla-1

Avenida Ramón y Cajal, Sevilla 1969

Manuel Trillo de Leyva, Luis Fernando Gómez-Stern, Fernando Villanueva Sandino

El edificio de oficinas privadas Sevilla 1 se construye con estructura de hormigón y fachada de módulos prefabricados del mismo material. La empresa realizaría un estudio en Inglaterra sobre la tecnología del hormigón prefabricado, contratando a la compañía Laing esta partida. Se construyó desde la fachada, que servía de encofrado a los pilares del perímetro, hacia el interior, provocando durante su construcción una imagen desconocida.

Su factura pretendía ser más moderna de la actual, al proponer retranquear los locales comerciales de la fachada y acristalarlos a las dos caras longitudinales de la pieza, permitiendo al volumen de hormigón levitar sobre la plataforma. La realidad del mercado del corto plazo provocó que los locales se lotearan y diesen a una única fachada, necesitando de un pasillo interior de reparto y perdiendo la sombra arrojada y transparencia de su configuración inicial. Construir un edificio a las afueras de la ciudad para mil usuarios generó dudas sobre su viabilidad, provocando un estudio no ejecutado para su reconversión en viviendas durante la fase de construcción.

Una cota de terreno alterada sirve para ocultar aparcamientos y crear un acceso elevado. El folleto publicitario muestra una imagen del carácter semi-rural del entorno bajo el lema “En el eje vital de Sevilla” y marca en un gráfico la localización del edificio en el encuentro de la prolongación de la avenida radial de Carlos V y la “futura avenida al aeropuerto”. Las oficinas se proyectan y construyen alineadas a una avenida Luis de Morales que aún no existía, muestra de lo estratégico de la elección de la oficina OTAISA de las parcelas. La compañía ocuparía la onceava planta durante nueve años, grafiando sus paramentos con intervenciones del pintor José Soto e incluyendo de nuevo una pieza de Gerardo Delgado en el vestíbulo del edificio. Bautizar el edificio con el nombre de la ciudad no estuvo exento de cierto grado de reivindicación de pertenencia a una urbe en esos momentos desconectada.

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