Se trata de la restauración de una edificación catalogada, legalmente arruinada, para rehabilitarla como Unidades Protegidas; viviendas de ancianos con buen estado de salud, que utilizan los servicios de la Unidad de Día de la Residencia San Juan de Dios situada a sus espaldas. Los objetivos de esta intervención fueron buscar el debido alojo de las necesidades del futuro usuario, mejorar las condiciones higiénicas, ventilación, soleamiento, relación espacios abiertos-espacios interiores y dotaciones de las instalaciones, y la recuperación de su escala urbana.

Se eliminó el núcleo de escalera de la primera crujía, recuperando la ineludible mayor importancia que tiene el uso de la crujía de fachada para alojar las estancias más nobles; situar el patio interior al fondo de la parcela ocupando toda la crujía última; ordenar los cuerpos de azoteas de forma que proporcionen la presencia del edificio al espacio público de la plaza de la iglesia del Salvador; y por último conservar el muro central perpendicular a fachada, pieza principal de la estructura más antigua de la casa, al patio del fondo cubierto con monteras y dotado de recogida de aguas de lluvia que moja la antigua medianera entre las dos parcelas. A fachada se dispone un ligero cuerpo de pérgolas metálicas, que conjuntamente con la reconstrucción de los muros medianeros hasta la altura de las casas colindantes intenta recomponer la nueva entidad de este ancestral edificio, sin tener que acudir a un mayor aprovechamiento edificado.