1989
Edificio de viviendas y locales comerciales
Manzana Plaza del Pelícano, Sevilla.
Manuel Trillo de Leyva,
Juan Luis Trillo de Leyva,
Antonio Martínez García
1989
Edificio de viviendas y locales comerciales
Manzana Plaza del Pelícano, Sevilla.
Manuel Trillo de Leyva,
Juan Luis Trillo de Leyva,
Antonio Martínez García













Edificio de viviendas y locales comerciales
Manzana Plaza del Pelícano, Sevilla 1989
Manuel Trillo de Leyva, Juan Luis Trillo de Leyva, Antonio Martínez García
El solar objeto del Proyecto era una manzana exenta, ubicada en el barrio de San Julián de Sevilla, entre las calles Alcántara, San Hermenegildo, Enladrillada y plaza del Pelicano. Sus antecedentes históricos son la existencia intramuros de una «… primitiva huerta, ocupada posteriormente por una bodega y naves industriales, y las casas que conectan con el compás de la industria …». La forma no geometrizada de la manzana, con esquinas muy agudas y la inexistencia de manzanas con espacios interiores unitarios en la trama urbana del Casco Antiguo de Sevilla, llevó desde los primeros momentos a optar por una solución que discretizara los espacios internos, utilizando la tipología del pasaje permitiendo un registro racional de la Manzana. Funcionalmente el ancho del pasaje, 7 metros, es muy superior al medio de las calles que conecta.
Se opta por la división en bloques de la totalidad, que permiten al mismo tiempo la racionalización de la tipología de las viviendas y la existencia de espacios urbanos geométricamente claros. En relación con los pasajes, es conveniente explicitar la intención de su integración en la ciudad como espacio urbano, continuando la tradición de su existencia en Sevilla; y muy alejado del concepto de patio de manzana, para lo cual se mantiene incorporado a las actuales calles por estrechos pasadizos abiertos en toda su altura.
La diferencia fundamental de los bloques proyectados y sus antecedentes modernos, está en la existencia de las casas de sus extremos, que «taponan» la medianera construyendo una imagen unitaria externa de la construcción. Compositivamente permiten la absorción de los esviajes de los lindes en relación con la ortogonalidad del conjunto, y funcionalmente dan ocasión a «asomar» a la calle un gran número de viviendas.