Las viviendas de Santa Eufemia crean y protegen un espacio comunitario en ausencia de una ciudad aún por venir (solo las vías principales estaban trazadas y el resto eran olivares). Se propone una solución de gran manzana abierta con una primera edificación de once plantas de altura con la intención de crear una imagen homogénea hacia el exterior. Una doble pareja de dos bloques en H de seis plantas de altura completa una amplia manzana y la construcción de su perímetro. El resultado es una poderosa volumetría que maximiza el espacio libre con relación a la edificación. Es de destacar el ajuste tipológico del bloque principal, construido en tres crujías con un ancho de 12,43 metros, desarrollando las viviendas en longitud, cada una ocupando una de las fachadas, renunciando a la ventilación cruzada. La planta se organiza en tres bandas, siendo la central de servicios, pasillos y zonas húmedas. Los bloques en H acabarán teniendo una estructuración similar con una amplia franja central que absorbe los núcleos de comunicación y las principales zonas húmedas de las viviendas. En realidad, el bloque principal de once plantas es un edificio lineal que responde a la tipología de caja de escalera, pero su adaptación al contorno curvo de la parcela introduce una fuerte distorsión formal y volumétrica de los núcleos de comunicación.